Baptista presentó su libro sobre San Cristóbal en presencia de comunarios de esa población

150 150 Minera San Cristóbal S.A.

San Cristóbal es la tercera mina de plata a cielo abierto más grande del mundo y la quinta de zinc, además de ser el proyecto minero más grande desarrollados en Bolivia desde los impulsados por Simón Patiño a principios del siglo XX.

Agencia de Noticias Fides
16.01.2016

baptista

 

La Paz, 16 de enero (ANF).- Con la presencia de comunarios de la localidad de San Cristóbal y ante un numeroso auditorio, el periodista, historiador y ensayista Mariano Baptista presentó su más reciente libro “San Cristóbal: una mina sin par en la historia de Bolivia”.

San Cristóbal es la tercera mina de plata a cielo abierto más grande del mundo y la quinta de zinc, además de ser el proyecto minero más grande desarrollados en Bolivia desde los impulsados por Simón Patiño a principios del siglo XX.

El texto hace un repaso sobre la manera cómo fue descubierta la mina San Cristóbal, cómo logró obtener la inversión necesaria y cómo, finalmente, tuvo que trasladarse el pueblo y la iglesia a 13 kilómetros de distancia. Fue presentado la noche del viernes en un hotel de la zona Sur de La Paz.

San Cristóbal es una mina de plata a cielo abierto ubicada en Potosí, a 90 kilómetros de la localidad de Uyuni. Actualmente es administrada por Sumitomo, una empresa minera japonesa. La mayor parte del yacimiento está ubicado donde antes estaba la iglesia de la localidad.

Durante la presentación hicieron uso de la palabra Alberto Colque, comunario y quien dio origen a la idea del texto en una conversación casual que tuvo con Baptista, y Raúl Peñaranda periodista de Página Siete y ANF, además del propio escritor.

A través de contar remembranzas de su historia familiar, Colque mencionó momentos clave de la historia de San Cristóbal, de las costumbres de la zona y de la importancia de las creencias indígenas. También dijo que los dirigentes no se arrepienten de haber logrado un acuerdo para facilitar el trabajo de la mina, ya que han logrado con ello 1.500 puestos de trabajo directos bien renumerado y bajo estrictas medidas de seguridad laboral. Otras 4.000 personas dependen indirectamente de la producción de la mina.

Colque dijo que la actividad de San Cristóbal ha logrado que las tres partes involucradas obtengan beneficios: el Estado, gracias a la recolección de impuestos y regalías; la comunidad, debido a la creación de muchas fuentes de empleo dignas; y la empresa, que logró amplias ganancias.

El periodista Peñaranda destacó partes de la biografía de Baptista y dijo sentirse “honrado” de haber sido invitado a presentar el libro. Explicó que el texto tiene rasgos de “trabajo periodístico” ya que incorpora descripciones, entrevistas, crónicas y otros géneros y características de trabajo de reportería.

Peñaranda leyó algunos párrafos del libro, sobre todo aquellos que reflejan anécdotas, que él llamo “interesantes y sabrosas” del complejo proceso de conseguir los recursos para que la empresa minera despegara, en los años 90 y, después, del traslado del pueblo y de la iglesia, que tuvo que desarmarse y volverse a armar.

Finalmente, Baptista relató la importancia que tuvo en el libro la participación delos comunarios de San Cristóbal. Menciono que hizo unas 40 entrevistas y realizó visitas a la zona para escribir el texto.

De todos los entrevistados, Baptista contó que a tres de ellos les dio más importancia y espacio: Jhonny Delgado, el ingeniero que impulsó la obtención de la inversión necesaria para hacer el emprendimiento: Tom Kaplan, un historiador que logró esos recursos (500 millones de dólares de inversión inicial): y Alberto Colque, como representante de la comunidad.

El libro incluye una historia de la minería boliviana y de la política del siglo XX del país, además de una explicación de los rasgos culturales de los indígenas de los Lípez potosinos, donde está San Cristóbal. La parte principal del texto es el relato, detallado e interesante, de la manera cómo se negoció la llegada de capitales y el traslado del pueblo.

En un momento especialmente emotivo del acto, Baptista pidió a la decena de comunarios presentes en el acto a que se pusieran de pie para recibir el aplauso del pueblo.