31/10/2016
EL DEBER
Javier Díez de Medina: “La crisis internacional ha sido un balde de agua fría”
La Minera San Cristóbal logró prepararse contra la crisis de los precios que se venía y se buscó un plan muy agresivo de eficiencia para mejorar la productividad. Pese a la baja de los precios, no fue un impacto terrible y no se generaron grandes pérdidas.
Díez de Medina destaca que una relación empresa-comunidad se basa en valores, no en intereses
La empresa minera, subsidiaria de la Sumitomo Corporation, tiene sus operaciones en la provincia Nor Lípez (Potosí). No solo es reconocida por la extracción de concentrados de plata, plomo y zinc, que la encumbran como la sexta mayor productora de zinc y la cuarta mayor productora de plata en el mundo, sino por su fomento a las buenas relaciones aplicando la Licencia Social (LSO). Javier Díez de Medina resalta con orgullo esa faceta institucional que le ha permitido mostrar su exitosa estrategia en la 24.ª versión del Congreso Mundial de Minería en Brasil.
¿Por qué fue importante participar en ese congreso?
Fuimos invitados como panelistas y explicamos cómo hemos usado la licencia social para generar mejoras en la temática. La licencia social es saber qué piensan los actores sociales respecto a la empresa y ayuda a entender la problemática en torno a la empresa y la relación con los actores sociales. Participamos por tres objetivos fundamentales: aprender de los 900 ejecutivos de 40 países que se reunieron; contribuir con nuestra experiencia en el manejo social; y para presentar una petición, para que Bolivia sea miembro del congreso.
¿Qué resultados tuvieron con la aplicación de esta licencia social?
Hemos desarrollado una serie de herramientas que nos permiten trabajar con la gente, para buscar soluciones donde ganan ellos y ganamos nosotros. Toma tiempo. Nos ha permitido establecer mecanismos de respeto mutuo y de alerta temprana a posibles crisis, que te permitan establecer diálogos, conversaciones y te ayuden a resolver problemas sociales.
¿Cuál es la relación con las comunidades aledañas?
Creemos que hemos llegado a trazar un buen camino que nos permite trabajar juntos. Nos hemos vuelto más facilitadores para las comunidades organizadas que han elaborado su propio plan, pensando en el futuro sin nosotros. Colaboramos con proyectos en turismo, producción de quinua, crianza de ganado camélido, educación, que ellos mismos han decidido aplicar. Lo que nos ha llevado a constatar que esto mejora el ambiente de las relaciones y mejora el futuro de las comunidades.
¿Con qué aportarán al congreso minero?
Nos queda la tarea de hacer un Comité Científico de Bolivia, que sea miembro de este congreso mundial. Mario Velasco, uno de nuestros mejores técnicos, está elaborando el plan. La tarea nuestra es llamar a las universidades que conformen este Comité para que sea Bolivia la que esté representada por estas casas de estudios superiores. Esa es iniciativa nuestra.
¿Este congreso les ha dado nuevas herramientas para aplicarlas en la mina?
La innovación no solo es tecnología, sino hacer las cosas de una forma más simple a menor costo. En este sentido, hemos visto que podríamos aplicar un trabajo de fragmentar más el mineral que sale de la mina, desde las explosiones técnicas.
Con eso, se podría eliminar un paso de la cadena, como el ‘chancado’, donde se muele el mineral. Con ello, se bajarían costos en electricidad, especialmente. Sería un avance considerable que nos alienta a dar pasos significativos, mucho más considerando un periodo de caída de precios internacionales donde hay que ver cómo reducir costos, siendo más competitivo y eficiente.
Hablando del tema de precios, ¿cómo les afectó la crisis internacional?
Como a cualquier minero, ha sido un balde de agua fría. Fue muy duro. Pero creemos que se ha tocado fondo y ahora tendemos a estabilizarnos. No volverá al auge de antes, pero habrá una estabilización de los precios.
¿Cómo soportaron la crisis?
Nosotros llegamos preparados a la crisis de los precios porque el 2013 iniciamos un plan muy agresivo de eficiencia dentro de la empresa que buscaba soluciones que ayuden a ser más productivos. Eso nos permitió reducir sustancialmente los costos. La crisis nos ha impactado terriblemente, pero no hemos llegado a tener grandes pérdidas como ocurrió en otras partes del mundo, con despidos masivos de hasta 15.000 personas.
¿Qué hicieron para sostener la producción y el empleo?
Tuvimos que incrementar nuestro volumen de producción para compensar. Esa era la única forma de mantener las fuentes de trabajo seguras y evitar que la empresa ingrese a números rojos.
¿Cuál fue el precio más alto y más bajo de los minerales?
Por el año 2013, la plata llegó a cotizarse a $us 41 la onza; el zinc en $us 1,10; y el plomo, en $us 1,10. Eso era un sueño. Luego, la plata llegó a bajar a $us 17,89; el zinc a $us 0,70 y el plomo a $us 0,80. Los ingresos habían bajado un 50%, pero se produjo más.
¿Hubo algún incremento en la inversión?
Tenemos una “inversión de sustento” que es para reemplazar maquinaria que se vuelve obsoleta. Algo invertimos en exploración porque queremos incrementar nuestras reservas. Estamos en un programa agresivo de exploraciones, cerca del mismo depósito que tenemos, para terminar de cuantificar las reservas o encontrar posibles reservas nuevas. Estamos hablando de unos $us 10 a 15 millones de inversión.
¿Pero para aumentar la producción no se ha tenido que incrementar la inversión?
No. Hemos logrado niveles de eficiencia que nos ha permitido incrementar la producción sin mayores costos.
El 2011 y 2012 hicimos una fuerte inversión de $us 200 millones para traer una nueva flota de equipos
EL DEBER http://www.eldeber.com.bo/economia/javier-diez-medina-crisis-internacional.html